UN SABOR:
El testi kebap del Restaurante Altin Kupa...
UN OLOR:
El del pescado asado en Eminönü...
UN COLOR:
El anaranjado atardecer en el Bósforo...
UN RECUERDO:
El camino de regreso al hotel cada noche degustando una piña asada...
UN LUGAR IMPRESCINDIBLE:
El haren del Palacio Topkapi...
UNA SENSACIÓN:
Un baño y masaje en el Haman de Çemberlitas...
UN MOMENTO:
La oración en la Mezquita de Eminönü...
ALGO QUE PROBAR:
Un maravilloso çay de manzana a media mañana o tras las comidas...
UNA VISITA OBLIGADA:
Ortaköy en domingo...
UN MONUMENTO:
Sin lugar a dudas, la Mezquita Azul...
martes, 31 de agosto de 2010
lunes, 30 de agosto de 2010
*Qué comer
Una de mis principales preocupaciones cuando decidimos viajar a Estambul era precisamente la cocina turca. Tenía un concepto de su comida del todo errónea, ya que, ésta fue sin duda una de las principales sorpresas del viaje. Los suculentos platos turcos son a cada cual mejor. Durante nuestra estancia probamos casi de todo, desde el típico kebap en todas sus variedades (preferentemente de pollo) hasta el típico kumpir de Ortaköy (papa asada rellena de un sifín de ingredientes) o el mejor bocadillo de pescado que he probado, el bocadillo de sardinas de Eminonu.
Éste fue precisamente nuestro plato preferido. Se llama testi kebap y fue el culpable de que visitáramos en 8 días hasta 3 veces el restaurante que creo mejor lo prepara y que para nuestra suerte está justamente en la misma calle del hotel donde nos alojamos. El nombre del restaurante es ALTIN KUPA y es fácilmente localizable porque está en pleno Sultanahmet, justo al lado de la Cisterna de la Basílica (hace esquina y su fachada es de madera verde). Su dirección es: Yerebatan Cad. Seftali Sok. No: 6. Todo su personal es muy amable y tienen carta en español. El precio medio por pareja con entrantes, plato principal,cañitas, postre y un magnífico té de manzana ronda las 70 YTL (sobre 35 euros), nada caro si tenemos en cuenta la variedad y calidad de sus platos.
La preparación del testi kebap es ya todo un espectáculo. Nosotros siempre lo pedimos de pollo, aunque también lo preparan con cordero o mixto. La carne se cocina en una jugosa salsa (algo picante) junto con verduras y cahmpiñones frescos en una vasija de barro que se cuece al fuego del carbón. Justo cuando está hecho el camarero rompe con una especie de espada la vasija y te sirve un plato que es espectacular en presencia, en olor y maravilloso para el paladar.
Otra de las variedades que no pueden faltar en una visita a Estambul es el típico bocadillo de pescado de Eminonu. En este caso, me voy a permitir dar un consejo a los que se decidan por probar esta delicia que solo con sus olores llena cada rincón de esta zona portuaria y del mismo puente Gálata. Justo a los pies del puente hay varios puestos en la calle que los ofrecen y a las orillas del mismo 3 barcos, típicamente turísticos que venden esta delicia. Nosotros ya teníamos la referencia de estos lugares y habíamos leído las experiencias de otros viajeros que probaron los bocadillos de sardina en estos lugares y aunque también les parecieron deliciosos se quejaban de las innumerables espinas que tenían que sortear. Nosotros encontramos casi por casualidad un lugar cercano, pero alejado del bullicio y de los lugares turísticos, un lugar en el que los principales clientes eran turcos y eso nos dio la pista de que probablemente era el mejor para probar el bocadillo de sardina y no nos equivocamos, de hecho repetimos. Fue, sin duda, uno de los mejores sitios donde cenamos, rodeados de turcos (muy amables) a la orilla del mar del Bósforo y degustando un bocadillo compuesto de sardinas recién asadas (sin una sola espina, el arte del cocinero para quitarlas era espectacular), con tomate natural, cebolla y pimientos. El bocadillo y refresco lo compramos por 4 YTL por persona (2 euros). Es muy fácil localizarlo, si nos situamos en los puestos típicos donde se venden los bocadillo mirando al contrario del puente Gálata nos encontramos un gran edificio con un luminoso de Rólex, cuando llegamos hasta él giramos hasta la derecha y llegamos a un muellecito, justo ahí está el bote que se llama Eminönü Balikçisy.
El kumpir (patata asada) de Ortaköy es otra de las delicias turcas que merecen el paseo hasta una de las zonas más bohemias de toda la ciudad. Nosotros visitamos este puerto en domingo para aprovechar la visita al mercadillo artesano (sobre todo de joyas) que se celebra este día. Fue precisamente aquí donde nació mi interés por las pulseras, pero esa es otra historia y donde me tomé el mejor çay de manzana de todo el viaje en una tetería, mientras varios clientes jugaban al backgamon (muy típico allí).
A lo que íbamos el kumpir es una papa asada y Ortaköy es la cuna de esta delicia culinaria. En el muelle hay varios restaurantes y sobre todo puestos de comida para llevar de este plato. Nosotros optamos por esta última opción, ya que, decidimos degustarlo en la orilla misma del Bósforo y con unas vistas maravillosas al puente de Ataturk. Las dos papas asadas y agua por 10 YTL (5 euros).
Otro de los lugares de referencia para comer son los bajos del Puente Gálata, se come muy buen pescado, pero para nuestro gusto era excesivamente turítico. Nosotros cenamos el sábado (estaba lleno de turistas y de camareros ansiosos por cazar clientes) en el restaurante Balik. Comimos calamares rebozados (son excepcionales en cualquier lugar de Estambul), mejillones rebozados, y una lubina además de agua, cañas y çay de manzana por 55 YTL. Estaba todo muy bueno y la zona es genial si no fuera porque asiste a una continua caza de turistas por parte de los cocineros.
El último día comimos en un lugar espectacular que ya habíamos visto alguna noche paseando (por la noche ponen música en directo). El pan y la pizza es artesana, la prepara la cocinera justo al lado de las propias mesas. El restaurante se llama Home Made Istambul está en el camino que baja de Sultanahmet a Eminönü (frente al supermercado Día). Comimos Kebap de pollo y un guiso también de pollo y una especie de pizza turca (calzone relleno de queso espectacular), junto con cañas y çay de manzana por 47 liras turcas.
Éste fue precisamente nuestro plato preferido. Se llama testi kebap y fue el culpable de que visitáramos en 8 días hasta 3 veces el restaurante que creo mejor lo prepara y que para nuestra suerte está justamente en la misma calle del hotel donde nos alojamos. El nombre del restaurante es ALTIN KUPA y es fácilmente localizable porque está en pleno Sultanahmet, justo al lado de la Cisterna de la Basílica (hace esquina y su fachada es de madera verde). Su dirección es: Yerebatan Cad. Seftali Sok. No: 6. Todo su personal es muy amable y tienen carta en español. El precio medio por pareja con entrantes, plato principal,cañitas, postre y un magnífico té de manzana ronda las 70 YTL (sobre 35 euros), nada caro si tenemos en cuenta la variedad y calidad de sus platos.
La preparación del testi kebap es ya todo un espectáculo. Nosotros siempre lo pedimos de pollo, aunque también lo preparan con cordero o mixto. La carne se cocina en una jugosa salsa (algo picante) junto con verduras y cahmpiñones frescos en una vasija de barro que se cuece al fuego del carbón. Justo cuando está hecho el camarero rompe con una especie de espada la vasija y te sirve un plato que es espectacular en presencia, en olor y maravilloso para el paladar.
Otra de las variedades que no pueden faltar en una visita a Estambul es el típico bocadillo de pescado de Eminonu. En este caso, me voy a permitir dar un consejo a los que se decidan por probar esta delicia que solo con sus olores llena cada rincón de esta zona portuaria y del mismo puente Gálata. Justo a los pies del puente hay varios puestos en la calle que los ofrecen y a las orillas del mismo 3 barcos, típicamente turísticos que venden esta delicia. Nosotros ya teníamos la referencia de estos lugares y habíamos leído las experiencias de otros viajeros que probaron los bocadillos de sardina en estos lugares y aunque también les parecieron deliciosos se quejaban de las innumerables espinas que tenían que sortear. Nosotros encontramos casi por casualidad un lugar cercano, pero alejado del bullicio y de los lugares turísticos, un lugar en el que los principales clientes eran turcos y eso nos dio la pista de que probablemente era el mejor para probar el bocadillo de sardina y no nos equivocamos, de hecho repetimos. Fue, sin duda, uno de los mejores sitios donde cenamos, rodeados de turcos (muy amables) a la orilla del mar del Bósforo y degustando un bocadillo compuesto de sardinas recién asadas (sin una sola espina, el arte del cocinero para quitarlas era espectacular), con tomate natural, cebolla y pimientos. El bocadillo y refresco lo compramos por 4 YTL por persona (2 euros). Es muy fácil localizarlo, si nos situamos en los puestos típicos donde se venden los bocadillo mirando al contrario del puente Gálata nos encontramos un gran edificio con un luminoso de Rólex, cuando llegamos hasta él giramos hasta la derecha y llegamos a un muellecito, justo ahí está el bote que se llama Eminönü Balikçisy.
El kumpir (patata asada) de Ortaköy es otra de las delicias turcas que merecen el paseo hasta una de las zonas más bohemias de toda la ciudad. Nosotros visitamos este puerto en domingo para aprovechar la visita al mercadillo artesano (sobre todo de joyas) que se celebra este día. Fue precisamente aquí donde nació mi interés por las pulseras, pero esa es otra historia y donde me tomé el mejor çay de manzana de todo el viaje en una tetería, mientras varios clientes jugaban al backgamon (muy típico allí).
A lo que íbamos el kumpir es una papa asada y Ortaköy es la cuna de esta delicia culinaria. En el muelle hay varios restaurantes y sobre todo puestos de comida para llevar de este plato. Nosotros optamos por esta última opción, ya que, decidimos degustarlo en la orilla misma del Bósforo y con unas vistas maravillosas al puente de Ataturk. Las dos papas asadas y agua por 10 YTL (5 euros).
Otro de los lugares de referencia para comer son los bajos del Puente Gálata, se come muy buen pescado, pero para nuestro gusto era excesivamente turítico. Nosotros cenamos el sábado (estaba lleno de turistas y de camareros ansiosos por cazar clientes) en el restaurante Balik. Comimos calamares rebozados (son excepcionales en cualquier lugar de Estambul), mejillones rebozados, y una lubina además de agua, cañas y çay de manzana por 55 YTL. Estaba todo muy bueno y la zona es genial si no fuera porque asiste a una continua caza de turistas por parte de los cocineros.
El último día comimos en un lugar espectacular que ya habíamos visto alguna noche paseando (por la noche ponen música en directo). El pan y la pizza es artesana, la prepara la cocinera justo al lado de las propias mesas. El restaurante se llama Home Made Istambul está en el camino que baja de Sultanahmet a Eminönü (frente al supermercado Día). Comimos Kebap de pollo y un guiso también de pollo y una especie de pizza turca (calzone relleno de queso espectacular), junto con cañas y çay de manzana por 47 liras turcas.
Habrá ampliación*
viernes, 27 de agosto de 2010
*Dónde alojarse
Siempre que organizo un viaje o que me lo planteo pongo mucho empeño en encontrar un alojamiento en el que poder empaparme de las tradiciones del lugar escogido y, por tanto, lo más cerca posible de lugares de interés o del casco histórico, sin renunciar a la comodidad y evidentemente ajustando lo más posible el presupuesto. En esta ocasión, el lugar escogido fue un maravilloso hotel boutique justo en el centro del casco histórico. Un pequeño hotel muy acogedor que cuando llegué se llamaba 'Le Piano' y como verán, al salir, el nombre era 'Anexo Arden City Hotel'.
La ubicación era perfecta. En la misma calle está la Cisterna de la Basílica, el hamman más antiguo de la ciudad y uno de los mejores restaurantes de todo Estambul.
Los sonidos, los olores y la cercanía de lugares imprescindibles para conocer la realidad de Estambul y de Turquía, como la Mezquita Azul, el Palacio de Topkapi, la Mezquita de Santa Sofía y el Gran Bazar, así como, de un magnífico acceso a transportes públicos hicieron de este hotel y de Sultanahmet el mejor lugar para pasar y disfrutar 7 días maravillosos en Estambul.
La ubicación era perfecta. En la misma calle está la Cisterna de la Basílica, el hamman más antiguo de la ciudad y uno de los mejores restaurantes de todo Estambul.
Los sonidos, los olores y la cercanía de lugares imprescindibles para conocer la realidad de Estambul y de Turquía, como la Mezquita Azul, el Palacio de Topkapi, la Mezquita de Santa Sofía y el Gran Bazar, así como, de un magnífico acceso a transportes públicos hicieron de este hotel y de Sultanahmet el mejor lugar para pasar y disfrutar 7 días maravillosos en Estambul.
*Cómo disfrutar de Estambul en 7 días
Este blog tiene como objetivo dar una serie de consejos prácticos y contar mi experiencia para disfrutar de las maravillas de Estambul en 7 días. Quiénes han visitado esta ciudad maravillosa, que muchos califican como la capital de Europa muy acertadamente, sabrán que una semana es tiempo más que suficiente para empaparse de la cultura y tradiciones de sus gentes, disfrutar de un maravilloso té de manzana en los çay baçhesis (teterías) en el casco antiguo o en una de las localidades más bohemias de la ciudad, Otarkoy, donde disfruté, sin duda, del mejor té de manzana y de platos típicos que reseñaré más adelante.
Con este blog sólo quiero agradecer a todos los que en medios cómo éste han plasmado sus experiencias y que tan útiles fueron para organizar mi viaje, así como, concentrar en un espacio todos esos consejos que dieron lugar a que mi visita a Estambul fuera maravillosa. Gracias a todos ellos.
Con este blog sólo quiero agradecer a todos los que en medios cómo éste han plasmado sus experiencias y que tan útiles fueron para organizar mi viaje, así como, concentrar en un espacio todos esos consejos que dieron lugar a que mi visita a Estambul fuera maravillosa. Gracias a todos ellos.
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