1. Palacio Tokapi
Palacio Topkapi o el Palacio de la Puerta de los Cañones. Su paredes rebosan historia. Fue centro administrativo del Imperio Otomano desde los siglos XV al XIX. Debemos su construcción al Sultán Mehmed II. Está compuesto por varias edificaciones y rodeado por 4 patios. Tiene unas vistas maravillosas al Bósforo. Uno de sus principales atractivos, sin duda, es el Harem. Una visita imprescindible, que a pesar de ser opicional y pagarse por separado, merece ser visitada y acompañada por una audioguía. Impresiona enormemente la historia que guardan esas paredes y la forma de vida de las concubinas que estaban a las órdenes del Sultán y custodiadas por los eunucos. Sin duda, impresiona.
2. Mezquita Azul
Nada más verla entiendes por qué dicen que se construyó con el objetivo de desafiar a la Mezquita de la Kaaba en La Meca. Es impresionante por fuera y por dentro. Es la única mezquita de Estambul que posee 6 alminares. Fue construida en el espacio que ocupaba el Gran Palacio de Constantinopla, frente a Santa Sofía. Lo que más impresiona son sus mosaicos azules de Izmir.Quizás su mayor riqueza es que su belleza procede de la mezcla de elementos de las iglesias bizantinas con elementos de la arquitectura islámica tradicional.
3. Santa Sofía o Hagia Sophia
Fue construida en el año 532 durante el mandato de Justiniano I. Es una de las obras más importantes y sublimes del arte bizantino. A pesar de la riqueza histórica, cultural, del impresionante exterior, el interior está quizás algo deteriorado y en algunos rincones se alzan andamios que impiden disfrutar de ella en su totalidad. Está sometida a un importante proceso de restauración. No obstante, es una visita imprescindible.
4. Grand Bazar
Visita imprescindible y obligada tanto para los compradores compulsivos como para los que no. Es el mayor bazar de Estambul y uno de los más grandes del mundo. Puedes encontrar de todo a cualquier precio, aunque esto último depende más de la pericia y de las dotes de cada uno para negociar. Tiene 58 calles y dispone de más de 4.000 tiendas. Una visita imprescindible es el área dedicada a las joyas, donde los artesanos muestran y venden sus obras. A diario pasan por sus galerías y anexos entre 250.000 y 400.000 personas. Es totalmente seguro, en cada una de sus puertas hay vigilancia. Un dato, las oficinas de cambio del Gran Bazar son las que mejores condiciones ofrecen y no cobran comisiones. Un consejo: no lleven mucho dinero encima, sino el que quieren gastarse porque realmente sus tiendas y comerciantes invitan a comprar y a gastar. De todas formas, dedicaré todo un post a las compras en Estambul y al Gran Bazar con direcciones de tiendas de ropa de marca, relojería y contactos que nos sirvieron de mucho.
5. Cisterna de la Basílica
Es quizás una visita muy corta, pero merece la pena. Se le conoce también como el Palacio Sumergido. Cuenta con 336 columnas de 9 metros de altura. Impresionante. Entre sus columnas hay dos que destacan del resto porque tienen como base una cabeza de Medusa, el ser mitológico que convertía en piedra al que mirara.
6. Palacio Dolmabahçe y Mezquita
Nosotros no pudimos visitar el Palacio porque estaba cerrado al público por obras. Sí visitamos la Mezquita. Es pequeña, pero muy acogedora y espectacular. La tranquilidad es abrumadora, merece la pena.
7. Mezquita de Eminönü
Aunque no aparece en las guías como monumento que visitar, desde luego para nosotros fue una de las que más nos impactó por el trasiego diario de personas que acudían al rezo, algo más ajenos quizás al bullicio turístico. Tuvimos la oportunidad de presenciar una oración. Impactante.
Estambul en 7 días
lunes, 6 de septiembre de 2010
miércoles, 1 de septiembre de 2010
*Una visita obligada al haman
Se han escrito muchas opiniones sobre la idoneidad o no de ir a un haman. Se ha puesto en duda si se ha convertido en un atractivo netamente turístico e incluso la limpieza de estos lugares. Yo les voy a exponer mi experiencia y ya por el título de este post imagino que adivinan mi primera impresión y mi experiencia. Antes de decantarnos por uno vimos las distinas opciones que nos ofrecía Estambul. Desde Cagalouglu (que estaba ubicado a pocos metros del hotel donde nos alojamos y que reza como el más antiguo de la ciudad), hasta el de Suleymaniye (el único mixto) o el de Çemberlitas. En principio nos decantamos por el segundo pero nunca dimos con él y confieso que la zona donde está ubicado no es la mejor, o al menos a nosotros nos dio esa impresión. Después de un largo periplo de calles y gentes un poco extrañas decidimos regresar a zona segura y volvimos a caer en el Grand Bazar, algo no muy extraño en nosotros, siempre abiertos a las comprar y a las maravillas de este lugar, pero eso lo comentaré en otro post. Definitivamente, y después de haber visitado el más cercano al hotel, en cuya entrada figuran fotos de los más variopintos artistas, actores y actrices que se han beneficiado de sus baños, nos cogió de paso al hotel el tercero en discordia, es decir, Çemberlitas y nos decantamos por él, entre otros motivos, porque la recepcionista chapurreaba algo el castellano. No muy seguros de que nos gustara esta aventura, sobre todo yo que soy incapaz de soportar el calor y el vaho de un baño turco de cualquier spa o talasoterapia en Canarias, y con los prejuicios a flor de pie nos adentramos en un lugar maravilloso, absolutamente limpio y con todas las garantías para pasar unas horas inolvidables. La entrada de chicas y chicos está separada y cada una de ellas te dirige a espacios totalmente idénticos. Después de pasar por los vestuarios, dejar la ropa en las taquillas, y recoger el pestemal con el que cubrirte (preferible acudir con bikini y/o bañador, en el caso de las chicas solo parte de abajo) y las zapatillas, nos adentramos en una sala maravillosa con una piedra central que desprende el calor y donde te tumban y una cúpula maravillosa en la que se filtra la luz solar o lunar, dependiendo del momento, ya que, las instalaciones permanecen abiertas hasta las 12:00 horas. No hace un calor insoportable, al contrario la sensación es absolutamente maravillosa y del todo relajante. Después de pasar unos diez minutos acostada en esta piedra central te llama una de las señoras o señor, en el caso de los chicos, encargadas del baño. No dejarán apenas un lugar por el que pasar la esponja (nueva y precintada) que te dan a la entrada, para posteriormente darte un baño de espuma y lavarte el pelo. Continuamente te rocían con agua fría, tirando a templada, para posteriormente pasar a una de las dos piscinas donde terminar de relajarte (una está a 38º y otra a 36º, yo me decanté por esta última, porque no puedo soportar el calor excesivo y la segunda tenía una temperatura muy agradable). Posteriormente, pasas a otra sala donde te realizan el masaje con aceite (dura unos 40 minutos) y, finalmente, una ducha y de nuevo al vestuario, aunque puedes disfrutar de un çay o refresco en una cafetería previa a los vestuarios. En principio, da una sensación algo extraña. Ellos tienen muy mecanizado todo el tema y en un primer momento parece que nos tratan como borreguitos, pero esa sensación pasa enseguida en un paraíso como ese, lleno de tranquilidad y buenas sensaciones. Sin duda, el haman o baño turco es una visita obligada si viajas a Estambul.
martes, 31 de agosto de 2010
*10 cosas imprescindibles de Estambul
UN SABOR:
El testi kebap del Restaurante Altin Kupa...
UN OLOR:
El del pescado asado en Eminönü...
UN COLOR:
El anaranjado atardecer en el Bósforo...
UN RECUERDO:
El camino de regreso al hotel cada noche degustando una piña asada...
UN LUGAR IMPRESCINDIBLE:
El haren del Palacio Topkapi...
UNA SENSACIÓN:
Un baño y masaje en el Haman de Çemberlitas...
UN MOMENTO:
La oración en la Mezquita de Eminönü...
ALGO QUE PROBAR:
Un maravilloso çay de manzana a media mañana o tras las comidas...
UNA VISITA OBLIGADA:
Ortaköy en domingo...
UN MONUMENTO:
Sin lugar a dudas, la Mezquita Azul...
El testi kebap del Restaurante Altin Kupa...
UN OLOR:
El del pescado asado en Eminönü...
UN COLOR:
El anaranjado atardecer en el Bósforo...
UN RECUERDO:
El camino de regreso al hotel cada noche degustando una piña asada...
UN LUGAR IMPRESCINDIBLE:
El haren del Palacio Topkapi...
UNA SENSACIÓN:
Un baño y masaje en el Haman de Çemberlitas...
UN MOMENTO:
La oración en la Mezquita de Eminönü...
ALGO QUE PROBAR:
Un maravilloso çay de manzana a media mañana o tras las comidas...
UNA VISITA OBLIGADA:
Ortaköy en domingo...
UN MONUMENTO:
Sin lugar a dudas, la Mezquita Azul...
lunes, 30 de agosto de 2010
*Qué comer
Una de mis principales preocupaciones cuando decidimos viajar a Estambul era precisamente la cocina turca. Tenía un concepto de su comida del todo errónea, ya que, ésta fue sin duda una de las principales sorpresas del viaje. Los suculentos platos turcos son a cada cual mejor. Durante nuestra estancia probamos casi de todo, desde el típico kebap en todas sus variedades (preferentemente de pollo) hasta el típico kumpir de Ortaköy (papa asada rellena de un sifín de ingredientes) o el mejor bocadillo de pescado que he probado, el bocadillo de sardinas de Eminonu.
Éste fue precisamente nuestro plato preferido. Se llama testi kebap y fue el culpable de que visitáramos en 8 días hasta 3 veces el restaurante que creo mejor lo prepara y que para nuestra suerte está justamente en la misma calle del hotel donde nos alojamos. El nombre del restaurante es ALTIN KUPA y es fácilmente localizable porque está en pleno Sultanahmet, justo al lado de la Cisterna de la Basílica (hace esquina y su fachada es de madera verde). Su dirección es: Yerebatan Cad. Seftali Sok. No: 6. Todo su personal es muy amable y tienen carta en español. El precio medio por pareja con entrantes, plato principal,cañitas, postre y un magnífico té de manzana ronda las 70 YTL (sobre 35 euros), nada caro si tenemos en cuenta la variedad y calidad de sus platos.
La preparación del testi kebap es ya todo un espectáculo. Nosotros siempre lo pedimos de pollo, aunque también lo preparan con cordero o mixto. La carne se cocina en una jugosa salsa (algo picante) junto con verduras y cahmpiñones frescos en una vasija de barro que se cuece al fuego del carbón. Justo cuando está hecho el camarero rompe con una especie de espada la vasija y te sirve un plato que es espectacular en presencia, en olor y maravilloso para el paladar.
Otra de las variedades que no pueden faltar en una visita a Estambul es el típico bocadillo de pescado de Eminonu. En este caso, me voy a permitir dar un consejo a los que se decidan por probar esta delicia que solo con sus olores llena cada rincón de esta zona portuaria y del mismo puente Gálata. Justo a los pies del puente hay varios puestos en la calle que los ofrecen y a las orillas del mismo 3 barcos, típicamente turísticos que venden esta delicia. Nosotros ya teníamos la referencia de estos lugares y habíamos leído las experiencias de otros viajeros que probaron los bocadillos de sardina en estos lugares y aunque también les parecieron deliciosos se quejaban de las innumerables espinas que tenían que sortear. Nosotros encontramos casi por casualidad un lugar cercano, pero alejado del bullicio y de los lugares turísticos, un lugar en el que los principales clientes eran turcos y eso nos dio la pista de que probablemente era el mejor para probar el bocadillo de sardina y no nos equivocamos, de hecho repetimos. Fue, sin duda, uno de los mejores sitios donde cenamos, rodeados de turcos (muy amables) a la orilla del mar del Bósforo y degustando un bocadillo compuesto de sardinas recién asadas (sin una sola espina, el arte del cocinero para quitarlas era espectacular), con tomate natural, cebolla y pimientos. El bocadillo y refresco lo compramos por 4 YTL por persona (2 euros). Es muy fácil localizarlo, si nos situamos en los puestos típicos donde se venden los bocadillo mirando al contrario del puente Gálata nos encontramos un gran edificio con un luminoso de Rólex, cuando llegamos hasta él giramos hasta la derecha y llegamos a un muellecito, justo ahí está el bote que se llama Eminönü Balikçisy.
El kumpir (patata asada) de Ortaköy es otra de las delicias turcas que merecen el paseo hasta una de las zonas más bohemias de toda la ciudad. Nosotros visitamos este puerto en domingo para aprovechar la visita al mercadillo artesano (sobre todo de joyas) que se celebra este día. Fue precisamente aquí donde nació mi interés por las pulseras, pero esa es otra historia y donde me tomé el mejor çay de manzana de todo el viaje en una tetería, mientras varios clientes jugaban al backgamon (muy típico allí).
A lo que íbamos el kumpir es una papa asada y Ortaköy es la cuna de esta delicia culinaria. En el muelle hay varios restaurantes y sobre todo puestos de comida para llevar de este plato. Nosotros optamos por esta última opción, ya que, decidimos degustarlo en la orilla misma del Bósforo y con unas vistas maravillosas al puente de Ataturk. Las dos papas asadas y agua por 10 YTL (5 euros).
Otro de los lugares de referencia para comer son los bajos del Puente Gálata, se come muy buen pescado, pero para nuestro gusto era excesivamente turítico. Nosotros cenamos el sábado (estaba lleno de turistas y de camareros ansiosos por cazar clientes) en el restaurante Balik. Comimos calamares rebozados (son excepcionales en cualquier lugar de Estambul), mejillones rebozados, y una lubina además de agua, cañas y çay de manzana por 55 YTL. Estaba todo muy bueno y la zona es genial si no fuera porque asiste a una continua caza de turistas por parte de los cocineros.
El último día comimos en un lugar espectacular que ya habíamos visto alguna noche paseando (por la noche ponen música en directo). El pan y la pizza es artesana, la prepara la cocinera justo al lado de las propias mesas. El restaurante se llama Home Made Istambul está en el camino que baja de Sultanahmet a Eminönü (frente al supermercado Día). Comimos Kebap de pollo y un guiso también de pollo y una especie de pizza turca (calzone relleno de queso espectacular), junto con cañas y çay de manzana por 47 liras turcas.
Éste fue precisamente nuestro plato preferido. Se llama testi kebap y fue el culpable de que visitáramos en 8 días hasta 3 veces el restaurante que creo mejor lo prepara y que para nuestra suerte está justamente en la misma calle del hotel donde nos alojamos. El nombre del restaurante es ALTIN KUPA y es fácilmente localizable porque está en pleno Sultanahmet, justo al lado de la Cisterna de la Basílica (hace esquina y su fachada es de madera verde). Su dirección es: Yerebatan Cad. Seftali Sok. No: 6. Todo su personal es muy amable y tienen carta en español. El precio medio por pareja con entrantes, plato principal,cañitas, postre y un magnífico té de manzana ronda las 70 YTL (sobre 35 euros), nada caro si tenemos en cuenta la variedad y calidad de sus platos.
La preparación del testi kebap es ya todo un espectáculo. Nosotros siempre lo pedimos de pollo, aunque también lo preparan con cordero o mixto. La carne se cocina en una jugosa salsa (algo picante) junto con verduras y cahmpiñones frescos en una vasija de barro que se cuece al fuego del carbón. Justo cuando está hecho el camarero rompe con una especie de espada la vasija y te sirve un plato que es espectacular en presencia, en olor y maravilloso para el paladar.
Otra de las variedades que no pueden faltar en una visita a Estambul es el típico bocadillo de pescado de Eminonu. En este caso, me voy a permitir dar un consejo a los que se decidan por probar esta delicia que solo con sus olores llena cada rincón de esta zona portuaria y del mismo puente Gálata. Justo a los pies del puente hay varios puestos en la calle que los ofrecen y a las orillas del mismo 3 barcos, típicamente turísticos que venden esta delicia. Nosotros ya teníamos la referencia de estos lugares y habíamos leído las experiencias de otros viajeros que probaron los bocadillos de sardina en estos lugares y aunque también les parecieron deliciosos se quejaban de las innumerables espinas que tenían que sortear. Nosotros encontramos casi por casualidad un lugar cercano, pero alejado del bullicio y de los lugares turísticos, un lugar en el que los principales clientes eran turcos y eso nos dio la pista de que probablemente era el mejor para probar el bocadillo de sardina y no nos equivocamos, de hecho repetimos. Fue, sin duda, uno de los mejores sitios donde cenamos, rodeados de turcos (muy amables) a la orilla del mar del Bósforo y degustando un bocadillo compuesto de sardinas recién asadas (sin una sola espina, el arte del cocinero para quitarlas era espectacular), con tomate natural, cebolla y pimientos. El bocadillo y refresco lo compramos por 4 YTL por persona (2 euros). Es muy fácil localizarlo, si nos situamos en los puestos típicos donde se venden los bocadillo mirando al contrario del puente Gálata nos encontramos un gran edificio con un luminoso de Rólex, cuando llegamos hasta él giramos hasta la derecha y llegamos a un muellecito, justo ahí está el bote que se llama Eminönü Balikçisy.
El kumpir (patata asada) de Ortaköy es otra de las delicias turcas que merecen el paseo hasta una de las zonas más bohemias de toda la ciudad. Nosotros visitamos este puerto en domingo para aprovechar la visita al mercadillo artesano (sobre todo de joyas) que se celebra este día. Fue precisamente aquí donde nació mi interés por las pulseras, pero esa es otra historia y donde me tomé el mejor çay de manzana de todo el viaje en una tetería, mientras varios clientes jugaban al backgamon (muy típico allí).
A lo que íbamos el kumpir es una papa asada y Ortaköy es la cuna de esta delicia culinaria. En el muelle hay varios restaurantes y sobre todo puestos de comida para llevar de este plato. Nosotros optamos por esta última opción, ya que, decidimos degustarlo en la orilla misma del Bósforo y con unas vistas maravillosas al puente de Ataturk. Las dos papas asadas y agua por 10 YTL (5 euros).
Otro de los lugares de referencia para comer son los bajos del Puente Gálata, se come muy buen pescado, pero para nuestro gusto era excesivamente turítico. Nosotros cenamos el sábado (estaba lleno de turistas y de camareros ansiosos por cazar clientes) en el restaurante Balik. Comimos calamares rebozados (son excepcionales en cualquier lugar de Estambul), mejillones rebozados, y una lubina además de agua, cañas y çay de manzana por 55 YTL. Estaba todo muy bueno y la zona es genial si no fuera porque asiste a una continua caza de turistas por parte de los cocineros.
El último día comimos en un lugar espectacular que ya habíamos visto alguna noche paseando (por la noche ponen música en directo). El pan y la pizza es artesana, la prepara la cocinera justo al lado de las propias mesas. El restaurante se llama Home Made Istambul está en el camino que baja de Sultanahmet a Eminönü (frente al supermercado Día). Comimos Kebap de pollo y un guiso también de pollo y una especie de pizza turca (calzone relleno de queso espectacular), junto con cañas y çay de manzana por 47 liras turcas.
Habrá ampliación*
viernes, 27 de agosto de 2010
*Dónde alojarse
Siempre que organizo un viaje o que me lo planteo pongo mucho empeño en encontrar un alojamiento en el que poder empaparme de las tradiciones del lugar escogido y, por tanto, lo más cerca posible de lugares de interés o del casco histórico, sin renunciar a la comodidad y evidentemente ajustando lo más posible el presupuesto. En esta ocasión, el lugar escogido fue un maravilloso hotel boutique justo en el centro del casco histórico. Un pequeño hotel muy acogedor que cuando llegué se llamaba 'Le Piano' y como verán, al salir, el nombre era 'Anexo Arden City Hotel'.
La ubicación era perfecta. En la misma calle está la Cisterna de la Basílica, el hamman más antiguo de la ciudad y uno de los mejores restaurantes de todo Estambul.
Los sonidos, los olores y la cercanía de lugares imprescindibles para conocer la realidad de Estambul y de Turquía, como la Mezquita Azul, el Palacio de Topkapi, la Mezquita de Santa Sofía y el Gran Bazar, así como, de un magnífico acceso a transportes públicos hicieron de este hotel y de Sultanahmet el mejor lugar para pasar y disfrutar 7 días maravillosos en Estambul.
La ubicación era perfecta. En la misma calle está la Cisterna de la Basílica, el hamman más antiguo de la ciudad y uno de los mejores restaurantes de todo Estambul.
Los sonidos, los olores y la cercanía de lugares imprescindibles para conocer la realidad de Estambul y de Turquía, como la Mezquita Azul, el Palacio de Topkapi, la Mezquita de Santa Sofía y el Gran Bazar, así como, de un magnífico acceso a transportes públicos hicieron de este hotel y de Sultanahmet el mejor lugar para pasar y disfrutar 7 días maravillosos en Estambul.
*Cómo disfrutar de Estambul en 7 días
Este blog tiene como objetivo dar una serie de consejos prácticos y contar mi experiencia para disfrutar de las maravillas de Estambul en 7 días. Quiénes han visitado esta ciudad maravillosa, que muchos califican como la capital de Europa muy acertadamente, sabrán que una semana es tiempo más que suficiente para empaparse de la cultura y tradiciones de sus gentes, disfrutar de un maravilloso té de manzana en los çay baçhesis (teterías) en el casco antiguo o en una de las localidades más bohemias de la ciudad, Otarkoy, donde disfruté, sin duda, del mejor té de manzana y de platos típicos que reseñaré más adelante.
Con este blog sólo quiero agradecer a todos los que en medios cómo éste han plasmado sus experiencias y que tan útiles fueron para organizar mi viaje, así como, concentrar en un espacio todos esos consejos que dieron lugar a que mi visita a Estambul fuera maravillosa. Gracias a todos ellos.
Con este blog sólo quiero agradecer a todos los que en medios cómo éste han plasmado sus experiencias y que tan útiles fueron para organizar mi viaje, así como, concentrar en un espacio todos esos consejos que dieron lugar a que mi visita a Estambul fuera maravillosa. Gracias a todos ellos.
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